18/11/11

Los ángeles están cayendo del cielo.

 Lo pude constatar hace varios meses, pero ¿quién iba a decir que seria tal mi suerte que uno se enamorara de mi? A veces es tan increíble el solo imaginarlo, que pienso que es un sueño. Siento como si fuera el primer día de mi vida, todo ha cambiado en mi mundo. Yo creo que estaba ciega, antes de conocerle. Justo el momento en que me había rendido ante las adversidades y las pruebas que me había puesto el destino llegó a mi vida. Cuando daba todo por perdido, me dió esperanza, cuando intentaba vender mi alma a cambio de un poco de amor, entró sin pedir permiso y me abrazó.
 
Su tierna mirada es tan poderosa que de todo, absolutamente todo me protege y su sonrisa contagiosa que anima a seguir adelante. Pero vamos aunque crea amigo lector que estoy mintiendo y sea tan increíble ¡Es real, le he tocado! Y no se ha desvanecido al tacto. Su cálida piel he tenido la suerte de contener en mis manos. Y también por más difícil de creer que sea, le he besado.. nunca había besado a un ángel, sus labios son tan dulces y finos que parecen tejidos por dios. 
 
Cada gesto, cada mirada es una novedad para mi ingenuo ser mortal. Es tan nuevo esto de tener un ángel en mi vida. No se como manejarlo a decir verdad, tanta belleza es sobrenatural.. Y por primera vez es mía. No quiero despertar sin ti ángel nunca jamás. Después de tanta suerte mis conceptos de felicidad, belleza y del mismísimo amor han cambiado por completo. Lo de antés era solo un defecto, la perfección no existía. No sé si merezco tanto amor.
No sé por cuanto tiempo dios ha permitido que los ángeles estén sobre la tierra, pero espero sea por mucho tiempo. Porque nunca había sido tan feliz. Pero ángel mío si algún día tienes que regresar, ¡por favor llévame contigo!. No concibo este mundo ya sin ti.
 
Sé que no puedo prometerte la luna, porqué no me pertenece.. Pero si puedo prometer amarte eternamente: "Mi amor"
 
Cuando el ángel sonríe y me dice: "mi amor", siento que el mundo es injusto.. Con los que no han tenido suerte de encontrar un ángel como el mío. 
 
Hoy como diría Becquer aunque un poco cambiado: 
Hoy llega al fondo de mi alma el sol, hoy le he visto…, le he visto y me ha mirado… hoy fui digno de estar entre sus brazos y probar la dulzura de sus labios, hoy me regalo una sonrisa que quedara marcada en mi alma por siempre. ¡hoy creo en Dios!