Tic toc, tic toc, tic toc, tic toc.
Los segundos transcurren de forma golpeada y casí dolorosa para el buen Ulises. Desde que recibió la noticia de que su destino estaba en la elección de una decisión, por demás complicada, la ansiedad y la desesperación latían inminentemente en su corazón. ¿Qué pasaba? ¿Por qué nadie le daba respuestas y sólo existían preguntas? Un instante es la deformación de la eternidad para quienes esperan. Cynthia su alma gemela, en quién había encontrado su complemento y quién había estado con el, casi durante siete años, era uno de los elementos sobre lo que tenía que decidir. ¿Libertad o compromiso?, ¿seguir sus propios sueños o cumplir los sueños que esperan de el?, ¿irse o quedarse?, ¿liberarse o atarse?, ¿perderse o encontrarse?,¿recordar u olvidar?, ¿destruir o construir? Ninguno puede coexistir al mismo tiempo que el otro, sí decidía una cosa inevitablemente perdía la otra.
No era algo fácil para alguien a quién, su vida se había tomado a la ligera, todo había cambiado ahora. Se había dedicado a elegir sin pensar en las consecuencias, y a veces lo perdía todo, pero la mayoría de las veces simplemente dejaba que eligieran por el y no se molestaba siquiera en conocer la pregunta. Esta sería la decisión más importante de su vida. Había esperado este momento, cierto, pero ahora que al fin había llegado dudaba si en verdad estaba preparado.. Y el tiempo en vez de reconfortarle, le aquejaba a tal punto de sentir que era como un arma punzo-cortante. Es hora de tomar una decisión y no detenernos a pensar ¿qué es lo que hubiera pasado si..? Las oportunidades son como estrellas fugaces, no podemos dejarlas pasar, pero antes que eso tenemos que saber distinguirlas y dejar el miedo atrás.
A veces nos duelen más las decisiones, que por miedo dejamos pasar, que las que tomamos equivocadamente.. Pero elegir es un don.
A veces dejar ir a alguien, es el mayor acto de amor. Y duele, por supuesto... pero es inevitablemente necesario.
Inla'kesh.
