31/3/11

Crónica de un recuerdo.



Su aroma perdura en mi piel.
Cada sonrisa mutila una parte de mi ser.

Y parece que cada recuerdo me roba un poco del alma también.
Ojalá esto de olvidarte me lo tomara más en serio y no me pareciera eterno, que no te encontrara en cada canción, en cada fotografía ni en cada ilusión destrozada.

Ojalá cada persona que llegara a mi vida dispuesta a darme todo,

pudiera corresponderla aunque sea un poco.
Un latido,un suspiro, un segundo hace poner mi cordura en tela de juicio.

Y no es que te siga queriendo, es que no he dejado de extrañarte,

extraño como era cuando estaba contigo. No te extraño a ti,
extraño el sentimiento, esa magia que nos rodeaba al darnos un beso.

Los recuerdos se evaporan, se disuelven, se difuminan.

Pero este recuerdo es muy necio y se aferra a quedarse.
Como si no fuera doloroso el mero hecho de haber existido,
de haber erizado cada parte de mi alma y de mi ser, y de haberse ido tan inesperadamente.

No hay razón para mirar atrás, podrás merecer mis ojos pero mi corazón no te pertenece más.







Todos somos uno.