15/3/13

Mi corazón se quedo en el metro Tacuba.

Me enamoré en el metro, ¡Vaya día, vaya historia tan extraña!
Eran las doce de la mañana, me acuerdo muy bien.
Me dirigía a la estación cuatro caminos.
Ya quería llegar a mi casa, la verdad es que tenía mucha hambre...
y estaba desesperada viendo el reloj, a ver: ¿Cuándo llegaba el vagón?

Entonces te vi, estabas del otro lado, esperando justo el vagón contrario.
Tú ibas a Taxqueña, yo, Yo iba a cuatro caminos.
Nos dividia una estación por la que pasaban dos trenes, los dos iban en dirección contraria.
Y en ese momento, no había ninguno...
Sólo había decenas de personas esperando que llegara alguno.

Me viste y sonreíste, alzaste tu mano y me saludaste,
¡Cómo si nos conociéramos desde hace mucho tiempo!
La verdad es que yo me asusté, pero no pude evitar sonreír también.

Todos estaban tan distraídos y en su pedo, que no se dieron cuenta
de lo que estaba pasando justo en ese instante, 
no se daban cuenta de lo que estaba sucediendo ahí,
Era como si el destino hubiera querido que estuviéramos en el mismo lugar, a la misma hora.

Los trenes llegaron, y nos buscábamos desesperadamente pero entre tanta gente
cada vez nos estábamos volviendo más pequeñitos,
Todos querían llegar rápido a su destino, la verdad es que
a mi ya no me importaba, ya ni siquiera tenia hambre,
la verdad es que solo quería que me sonrieras por última vez.

¡Pero habías desaparecido! cada quién había tomado su tren con sus sueños,
tú con los tuyos y yo con los míos.
Pero por un momento habían coincidido.

El tren empezaba a avanzar muy deprisa, pero te alcance a ver,
y te aferraste a la puerta y nos vimos a través de la ventana y
nos despedimos con la mirada.

Poco a poco nos fuimos alejando hasta el punto de no retorno,
entonces yo me puse mis audífonos otra vez y seguí leyendo mi libro,
Y nuestras almas se estaban despegando,
Y retomaron la rutina para llegar a casa.

Mi corazón se quedo en Tacuba. 

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